viernes, 12 de marzo de 2010

ARTĚL. ARTE DE USO COTIDIANO 1908-1935


muvim12-u.jpgDel 4 de marzo al 2 de mayo de 2010
Comisaria, Jiri Fronek
Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat (MuVIM).
muvim@dival.es
www.muvim.es
Este año, el Museo de Artes Decorativas de Praga conmemora el centenario de la fundación de Artěl, una de las instituciones más importantes de cuantas se especializaron en las artes aplicadas y el diseño checos en la primera mitad del siglo XX. La exposición explorará los empeños creativos de la asociación, que se extendieron a lo largo de un cuarto de siglo, a través de un despliegue de productos y diseños portadores de la prestigiosa marca Artĕl expuestos en diversas secciones.
Artěl fue creada en 1908 en Praga por una generación emergente de artistas y teóricos de arte (J. Benda, V.H. Brunner, J. Konůpek, O Vondráček, P. Janák, H. Johnová, M. Teinitzerová, V.V. Štech y el empleado de banca A. Dyk). Al poco de su fundación, el número de miembros de Artěl se incrementó y los nombres de las figuras más destacables del panorama artístico checo acabaron inevitablemente vinculados a la asociación.
Se optó por la denominación «Artěl» (un préstamo del ruso, cuyo término «apтель» significa «cooperativa») por entenderse que expresaba el carácter que se pretendía para la asociación: una cooperativa dotada de responsabilidad mutua, apoyo financiero y reparto de beneficios. En un principio, los fundadores aspiraban a construir sus propias instalaciones para la producción, a la manera del Wiener Werkstätte. Sin embargo, la falta de fondos y de condiciones específicas empujaron a la cooperativa hacia el diseño y la promoción de productos así como a exponer las creaciones de sus asociados y a intermediar en sus ventas. Los diseños de los artistas eran fabricados por toda una serie de compañías externas bajo la marca Artěl.
Aunque en un primer momento, la cooperativa bebió de la tradición reformista y los valores artesanales, centrándose en el diseño y la fabricación de un «arte menor de uso cotidiano» –pequeños productos funcionales y decorativos hechos en madera, cerámica, metal y otros materiales–, con el paso de los años extendió sus actividades para abarcar diseños integrales de domicilios privados y espacios comerciales. Durante el breve periodo de preguerra de 1911-1914, una clara tendencia cubista-expresionista se apoderó de la producción de Artěl, plasmada en los diseños y los estudios teóricos de los arquitectos Pavel Janák y Vlastislav Hofman. Esos años presenciaron la creación de objetos cubistas únicos realizados principalmente en cerámica. Tras la fundación de un estado checoeslovaco independiente, la asociación se unió a la búsqueda general de un estilo nacional diferenciado, representado por el movimiento de arte decorativo de la década de los veinte del pasado siglo. Tras el final de la I Guerra Mundial, Artěl continuó mostrando su atracción por el legado de la experimentación cubista, con un dominio de los motivos geométricos y una tendencia hacia la economía de la forma. En 1927-1930, bajo la orientación de Jaroslava Vondráčková, la producción creativa de Artěl acusaría la influencia del funcionalismo.
En 1920, la cooperativa cambió su estatus por el de sociedad anónima, pasando a denominarse Artěl, Empresa de Artes Decorativas, Sociedad Anónima, Praga, respondiendo así a los acontecimientos de la posguerra en ese campo reflejando un esfuerzo por cambiar la producción artesanal característica del trabajo en estudio por la de una moderna empresa capaz de acometer grandes encargos (por ejemplo, el equipamiento, en 1922, de una treintena de habitaciones del Hotel Hviezdoslav, de propiedad estatal, ubicado en la localidad turística de Štrbské Pleso en los Montes Tatra, en Eslovaquia) recurriendo al apoyo de la producción industrial. Artĕl participó también con éxito en exposiciones celebradas en Monza en 1923 y en París en 1925, y la prensa de la época publicó obras y tratados de sus miembros. A mediados de la década de los años veinte, la sociedad anónima comenzó a sufrir problemas financieros y en 1935, acuciada por la crisis económica, Artěl cerró sus puertas.
A lo largo de su existencia, Artěl dio lugar al surgimiento de toda una serie de creencias y estilos, pero todos ellos perseguían, invariablemente, un interés común: introducir una visión estética moderna en el ámbito de las artes aplicadas y contribuir a la evolución de los interiores domésticos y los estilos de vida. Gracias a ello, Artěl ocupa la posición que merece en el seno del arte moderno y el diseño europeos, junto a los ejemplos artísticamente inspiradores del Wiener Werkstätte austriaco o la Bauhaus alemana.

Información extraída de w3art.es.

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