lunes, 19 de abril de 2010

DIBUJO Y EXPRESIÓN (II) ."Decalcomanía".





ÓSCAR DOMÍNGUEZ

Óscar Domínguez (La Laguna, Tenerife, 1906 - París, 1957) es uno de los artistas más internacionales que ha dado nuestra vanguardia. Versátil y polifacético, forma parte de las primeras filas de la pintura surrealista. A finales de la década de los años veinte comenzaron sus primeros contactos con París, donde se establece permanentemente y donde su arrolladora personalidad destacó desde el primer momento dentro del grupo surrealista.



Es famosa su relación con los poetas surrealistas del movimiento parisino, como su fundador André Bretón, Georges Hugnet, Paul Éluard, Jacques Herold, etc, y su faceta de introductor, junto al crítico Eduardo Westerdahl, del Arte de Vanguardia en Canarias, cuyo ejemplo más notable fue la exposición surrealista del Ateneo de Santa Cruz de Tenerife, celebrada en 1935.


A mediados de los 40, tras su ruptura con el grupo de Bretón, le unió una gran amistad con Picasso, quien le influyó notablemente tanto en la temática como en el aspecto formal de sus cuadros. 

Convertido en el paradigma de la bohemia artística parisina, llevó una vida llena de excesos que le condujo irremediablemente al suicidio la nochevieja de 1957.

DECALCOMANÍA

Es una técnica pictórica inventada por Óscar Domínguez en 1936 que consiste en aplicar gouache negro sobre un papel, el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen.



La «decalcomanía» es la técnica más famosa del surrealismo, y de aportaciones personales como sus objetos surrealistas, los «paisajes cósmicos» o las «superficies litocrónicas». El procedimiento de la decalcomanía es descrito así por André Bretón: «Extended, mediante un pincel grueso, gouache negro más o menos diluido en distintos puntos de una hoja de papel satinado blanco, que recubriréis inmediatamente con otra igual, sobre la que ejerceréis una ligera presión. Levantadla deprisa».




Junto al pintor surrealista Marcel Jean, Domínguez realiza ese mismo año una serie de decalcamonías en colaboración, añadiendo plantillas y viñetas a la técnica original e introduciendo así un factor corrector del azar, por lo que llaman a estas obras “decalcamonías automáticas de interpretación premeditada”. Mientras Jean se centra en el motivo de la ventana, Domínguez lo hacen en el del león, y ambos se combinan en una serie de dieciséis variaciones que denominan Grisou.

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